Seleccionar página

Día 3/29 de Octubre

Fabrizio Caroprese

UNA FE SIN CONDICIÓN

Que sucede con nuestra fe en tiempos de crisis. ¿Creemos en Dios a pesar de lo oscuro que sea el panorama? El libro de Daniel nos cuenta una historia sobre tres amigos que literalmente se encontraron en el horno y aun así no dejaron de creer en Dios. (puede encontrar la historia completa en el capitulo 3 del libro de Daniel)

Daniel 3:17-18 dice lo siguiente: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”
Esta historia nos enseña algunos puntos importantes

1. La fe se prueba en los momentos de Crisis

Confiar en Dios cuando todo nos sale bien no tiene mucha dificultad, pero ¿cuándo nuestra creencia se pone a prueba, somos capaces de resistir confiando que Dios nos va a rescatar? El Rey obligó a todos a adorarlo y al negarse, el rey los condenó al horno. Sin embargo, ellos creyeron que Dios tenía el poder de rescatarlos.

2. La fe sincera se manifiesta en obras

La fe extraordinaria de estos 3 muchachos se demostró en acciones al negarse a adorar al Rey. Una fe sincera manifiesta obras que la demuestran. Santiago 2:18 dice “Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”

¿Nuestras acciones cotidianas demuestran nuestra fe en Dios?

3. La fe que provoca resultados

El devocional “la fe que agrada a Dios” comenzaba con el texto en hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”. Cuando nuestra fe se activa esperamos ver los resultados. Esperamos que Dios nos rescate del horno de fuego, esperamos ver esa montaña moverse o ver a ese enfermo ser sanado.
Esta historia nos confirma una vez más que la fe sincera provoca resultados en nuestro entorno y confiar en la respuesta de Dios afirma nuestras vidas cualquiera sea nuestra situación

Oramos: Padre, que en cada situación de nuestra vida pueda confiar en ti incondicionalmente. Activa en mí una fe incondicional. Amén.